
En Rutina y Ritual, sugerimos el uso de un raspador de lengua ayurvédico de cobre. También hay de acero inoxidable. El material de cobre es ideal puesto que tiene propiedades antisépticas.
El raspador de lengua ayuda a eliminar las toxinas y células muertas que hay sobre nuestra lengua, por restos de alimentos que pueden quedar incluso luego de la higiene bucal, procesos digestivos (los cuales se inician en la boca), dormir con la boca abierta durante la noche, entre otros factores, y por el proceso natural de eliminación de toxinas que tenemos mientras dormimos.
Todo esto hace que sobre la lengua se acumule una pequeña capa. Esto también sucede cuando llevamos tiempo sin ingerir alimentos o bebidas, pues el cuerpo entra en modo de eliminación de toxinas, y las del tracto digestivo superior se acumulan en la lengua.
Por estas razones, llevamos a cabo este hábito diario como el primer paso de nuestra higiene bucal por las mañanas, incluso antes del cepillado de dientes y de ingerir cualquier alimento o bebida, pues no queremos arrastrar nuevamente hacia nuestro tracto digestivo las bacterias, células muertas y demás toxinas acumuladas durante el sueño.
Se usa sacando la lengua y pasando el raspador desde atrás hacia adelante enjuagándolo con agua después de cada pasada, repitiendo al menos 5 veces, desde el centro y desde los lados.
El raspador de lengua tiene una forma ergonómica que facilita su uso, además hay que considerar que es mucho más sutil que las cerdas del cepillo dental, por lo tanto, no daña las papilas gustativas. Si nunca lo has usado, puede que te den nauseas en el primer uso, esto quiere decir que has llevado demasiado atrás el raspador. Simplemente debes sacar la lengua hacia afuera lo máximo posible (que te sea cómodo) y raspar de atrás hacia adelante. No es necesario ejercer mucha presión, basta con arrastrar el raspador.
Entre los beneficios de este hábito higiénico: previene el mal aliento así como también enfermedades bucales y digestivas. Otro de sus beneficios es que acentúa el sentido del gusto, pues nos permite saborear con más intensidad los alimentos y bebidas que consumimos, al tener nuestras papilas más “limpias”. E incluso identificar el sexto sabor, así como lo lees, no hay cinco sino seis sabores que podemos diferenciar según Ayurveda y con una lengua sucia, es muy difícil percibir el sexto. ¿Sabes cuál es? Si no lo sabes, te lo contamos próximamente, cuando te hablemos sobre la filosofía ayurvédica.
Finalmente, es importante mantener limpio nuestro raspador. Lo solemos limpiar cada 2-3 días con agua sal y limón, también puede usarse bicarbonato o vinagre (dejar en remojo un par de horas).
Si no tienes este hábito, te invitamos a que lo pruebes. Puedes adquirir el raspador en un herbolario o tienda online especializada. Anímate y cuéntanos qué tal te va.
Muchas gracias por leernos,
Romi.